España, 1936. Dos actrices de una compañía de repertorio llegan a la plaza donde ese día les toca función. Al llegar, sus compañeros han dejado todo el material para que monten luces y escenario, no saben si ellos hoy podrán llegar a tiempo. La incertidumbre, el miedo y el no saber que pasar no se apoderan de ellas. Mientras sacuden vestuario, ponen luces y montan el decorado harán un repaso por todo el repertorio de la compañía, monólogos, escenas, música y bailes, decidiendo que hacer si los demás no llegan.
Solo tienen una cosa clara, el espectáculo tiene que continuar y ahora más que nunca pues tal vez esta sea “La última Barraca”.
Intimidad, diversión, complicidad, música, poesía y mucha emoción es lo que encontrarán los espectadores de La última Barraca.